Entrevista a Delfín Morales, de la Asociación Remolinos

“Aquí hay personas que se van a su casa y ya no se relacionan hasta el día siguiente. Esta es su vida”

Delfín Morales

En el antiguo colegio de Victoria Diez, en la localidad de Hornachuelos, se encuentra la base de la Asociación Remolinos. Esta asociación de familiares y amigos del discapacitado se vuelca en dotar a las personas con discapacidad de independencia y autonomía, muy importante para el desarrollo de sus vidas personales. Delfín Morales toma el relevo de la Junta Directiva en su último cambio, y desde Territorio Social Córdoba lo entrevistamos para que nos cuente la labor social que realizan desde la asociación.

TSC: ¿Cuál fue el origen de la Asociación Remolinos? ¿Cómo ha evolucionado hasta hoy?

Delfín Morales: La Asociación Remolinos comenzó en la década de los 90. Un par de monitoras de aquí del pueblo tuvieron esta idea y fueron apoyadas por los que posteriormente se convertirían en la directiva, que ya no están en el cargo. Por lo que yo he escuchado de pequeño, sé que los alumnos no venían aquí al centro, porque entonces ni tenían centro, sino que eran las propias monitoras las que iban casa por casa.

Lucharon mucho, y al final el Ayuntamiento de Hornachuelos les cedió esta aula, que entonces no estaba como ahora. Y fue una labor muy importante para el pueblo, porque aunque Hornachuelos sea pequeño, tenemos 15 o 16 alumnos, y si vinieran todas las personas con alguna discapacidad,  tendríamos en torno 20.

TSC: ¿Cuántas personas componen a día de hoy la asociación?

Delfín Morales: En total, contando a todos, tanto alumnos, como monitoras, Junta Directiva y socios, somos en torno a 50 personas. Alumnos, como te digo, son 15 o 16, monitoras 3, en la Junta Directiva estamos 4 y tenemos alrededor de 30 socios.

TSC: ¿Qué ofrecéis a las personas con discapacidad y a sus familias?

Delfín Morales: Lo que ofrecemos es, primero, y como a mí me gusta llamarlo, un lugar donde “esparcirse”, es decir, un sitio donde intentamos que sean un poco más autónomos. Este es un objetivo importante, porque aunque hagamos actividades de todo tipo, lo más importante es su aprendizaje. Por ejemplo, aquí tenemos a dos hermanos huérfanos, uno mudo y otro sordomudo, que cuando llegaron no eran capaces de ir a la tienda solos, y hoy van al supermercado y comprar sin ayuda de nadie. Se les enseña a ser un poco más independientes dentro de sus limitaciones.

También aprenden cosas y tienen un espacio donde estar con sus compañeros, que eso es algo de los que disfrutan mucho. Y a nosotros también nos gusta, porque estando con sus compañeros aprenden a relacionarse, y eso lleva a la integración. Piensa que aquí hay personas que se van a su casa y ya no se relacionan hasta el día siguiente. Esta es su vida.

“Aquí hay personas que se van a su casa y ya no se relacionan hasta el día siguiente. Esta es su vida”

TSC: ¿Realizáis algún tipo de actividad económica?

Delfín Morales: Ahora mismo estamos vendiendo neones, que es una de las actividades orientadas al Día Mundial de la Discapacidad. También estamos vendiendo lotería de navidad. Para el día de los enamorados hacemos llaveros y los vendemos. Aprovechamos las ocasiones para buscar un poco de financiación aparte de las subvenciones públicas. Aquí, por ejemplo, tenemos un coche que los trae y los lleva a sus casas, tenemos un comedor, y por supuesto gastos de gestión. Con estas actividades económicas intentamos ayudarnos a suplir estos gastos.

TSC: En Hornachuelos, la Asociación Remolinos es muy reconocida, ¿se sienten respaldados por las Administraciones Públicas?

Delfín Morales: Mucho. Muchísimo. Aquí en Hornachuelos dices que eres de la Asociación Remolinos y te abren las puertas. Hay que reconocer que esto es un trabajo de muchos años, una carrera de fondo que hicieron la Junta Directiva antigua y los miembros de la asociación desde que empezaron. Ahora, cuando necesitamos algo, nadie nos pone problemas, y lo que sea nos lo dan para la asociación.

A nivel Ayuntamiento, también. Tanto en estos últimos años como al principio. Nos sentimos súper respaldados.

TSC: ¿Cómo mejoraría la inserción laboral del colectivo de personas con discapacidad?

Delfín Morales: Yo entiendo que es un asunto complicado porque puede depender del tipo o nivel de discapacidad de cada persona. Hay que partir de la base de que las discapacidades son un abanico muy amplio. Hay personas que pueden realizar ciertos trabajos y otras a los que les sería muy complicado, incluso ambos teniendo una discapacidad.

Aquí tenemos a personas con parálisis o con cierto nivel de Down, tenemos mucha diversidad. Y comprendo que quizá, las discapacidades físicas, que a alguien que le falte una pierna, le puede ser más fácil la inserción. Con la discapacidad mental puede ser más complicado.

Pero estoy seguro de que si nos comprometiéramos podría haber trabajo para todos. Desde la asociación contribuimos, por ejemplo, enseñándoles a relacionarse. Las empresas podrían hacer el esfuerzo de poner a personas que lo necesiten en puestos de trabajo muy simples, como ayudantes, o grapando en una oficina. No tanto porque necesiten que alguien les haga ese trabajo, sino por compromiso hacia las personas con discapacidad.

“Estoy seguro de que si nos comprometiéramos podría haber trabajo para todos.”

TSC: ¿Hay comunicación o proyectos conjuntos entre asociaciones similares de otras localidades?

Delfín Morales: Sí. Nosotros nos relacionamos mucho con la Asociación DETUMO, de Posadas (Asociación de Familiares y Amigos del Discapacitado de Posadas). Hacemos viajes y excursiones de forma conjunta, y entre las Juntas Directivas hay muy buena comunicación.

TSC: ¿Cómo ve actualmente el asociacionismo? Y, en especial, el asociacionismo entre jóvenes.

Delfín Morales: Rematadamente mal. Y pienso que es por una cuestión sociocultural moderna. Yo he estado en varias asociaciones a lo largo de mi vida, y casi siempre he sido el más joven. El asociacionismo está mal por las circunstancias actuales, porque la sociedad en general y cada persona en particular, acaba mirando solamente hacia su ombligo, cada vez más, y esto supone que el asociacionismo está condenado a desaparecer. Lo pienso así, por desgracia.

“Cada persona en particular, acaba mirando solamente hacia su ombligo…esto supone que el asociacionismo está condenado a desaparecer.”

TSC: Próximamente se celebra el Día Mundial de la Discapacidad, ¿qué actividades tienen previstas?

Delfín Morales: Hemos organizado una marcha por Hornachuelos. Se van a apagar las luces de las calles y vamos a ir los alumnos de primaria y nosotros con los neones que vendemos. Esto el mismo día del Día Mundial de la Discapacidad. Durante toda la semana estamos dando charlas en los colegio,  y realizamos desayunos fuera para informar. Hacemos todo lo que se nos ocurre.

TSC: ¿Qué demandarías, o qué necesidades tienen como asociación?

Delfín Morales: Necesidades tenemos siempre. Por pedir siempre pediríamos más. A nivel trabajador, por ejemplo, con las monitoras, los seguros sociales son muy caros y nos suponen un esfuerzo. Ahora estamos un poco ahogados porque los alumnos también necesitan cosas, es normal. Pero,  siendo honestos, no tenemos mucha queja. Lo que se me ocurre es que, igual que las personas con discapacidad tienen bonificaciones para trabajar en las empresas, estas bonificaciones podrían extenderse a los trabajadores y trabajadoras de las asociaciones de discapacitados. Esto nos ayudaría mucho.

TSC: Personalmente, ¿qué piensa que es lo mejor que le aporta la actividad que realiza en la asociación?

Delfín Morales: Mi caso es algo peculiar. A mí me viene esto de mi madre, que era una de las primeras monitoras de la asociación, y yo esto lo he mamado desde pequeño. Lo que quiero decir es que no me sale decir “me siento realizado”, no, porque esto es algo que va conmigo, esto soy yo. Esto forma parte de mí. Pero sí, cuando estás con ellos, es algo especial. Yo lo tengo naturalizado porque llevo toda la vida. Por supuesto te llenan el alma, eso sin duda. Te lo dan todo a cambio de nada. Con ellos no hay doblez ni vuelta de hoja, son pureza, que tanta falta hace.

“Con ellos no hay doblez ni vuelta de hoja, son pureza, que tanta falta hace.”

TSC: En las empresas se habla mucho del problema del relevo generacional, ¿es esto un problema también para las asociaciones?

Delfín Morales: Pues sí, porque el año que viene ya cumple esta Junta Directiva. Y cuando nosotros digamos hasta aquí, no sabemos quién va a asumir el papel. En cuanto a monitoras no, porque hay mucha gente realizando estudios en este ámbito, como integración social. Pero también hay que decir que esto tiene su singularidad, esto no es cuestión de hacer una carrera universitaria, que también es importante, pero es más cuestión de conectar con ellos. Tu puedes estar muy preparado, pero aquí los jueces son ellos, y si ellos dicen que no y se ve que la energía no fluye, no hay nada que hacer. Todo el mundo no vale para esto.

TSC: Territorio Social Córdoba es un proyecto que dinamiza la Economía Social y las asociaciones son entidades de Economía Social. ¿Diría que este concepto, Economía Social, es conocido generalmente o no se entiende muy bien?

Delfín Morales: Yo creo que no es conocido. Yo, en realidad, cuando me enteré de este concepto y profundicé en él fue en el I Foro Nacional de Economía Social, con las ponencias que organizasteis desde tu proyecto, y creo que las entidades no lo comprenden muy bien o no lo tienen muy interiorizado. Además, son dos términos que a mí me chocan juntos: economía y social. Parece que la economía siempre está aparte de lo social. Quizás lo concibamos así por una cuestión ideológica, y eso es difícil quitárnoslo de la cabeza.

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